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martes, 30 de noviembre de 2010

Basta con asomarse a la puerta para comprobar como son las cosas. Alli estan las mujeres hermosas, gritando con sus miradas de hielo que no estan en nuestro futuro ni en nuestro pasado. Alli esta la abominable secta de las Chicas con Novio, poniendonos ante la espantosa verdad de que siempre hay un hombre mejor que uno.
El camino para derrotar a esta morralla es largo y penoso, pero seguirlo es el deber de los criollos arremetedores.
No hay mas remedio que querer a pesar de todo. Y mas todavia, tratar de que a uno lo quieran. Esta segunda labor es especialmente complicada y puede llevar la vida entera. Consiste, por ejemplo, en ser bueno, aprender a tocar el piano, convertirse en heroe o en santo, estudiar las ciencias, lavarse los dientes, ser considerado y tierno y renunciar a los empleos nacionales.
Una vez hecho todo esto, ya puede el hombre enamorado pararse en la calle y esperar el paso de la primera mujer hermosa para decirle bien fuerte:

- He sufrido mucho nada mas que para saber su nombre.

Seguramente, la tipa fingira no haber oido, mirara al horizonte y seguira su camino.
Pero sera injusto.

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