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jueves, 25 de noviembre de 2010

No es bueno seguirle la charla a los taxistas.

Recital de Mike. Despues de que tocaron, con Bebecho nos vamos para afuera para aclarar los oidos (ponernos al lado de los parlantes fue mala idea) y nos quedamos en la plaza de enfrente, con Paz y sus amigos. Pasa un taxi y me lo tomo.
El taxista, luego de contarme como tuvo un dia pesimo y de como se le rompio el no-se-que del motor y el reloj para medir la plata de cada viaje, me dice:

- Y hoy, cada viaje, me lo marcaba como la mitad. Un viaje que ayer hice de 12 $ hoy me lo marcaba 5, 90$. Me queria cortar las bolas, pibe.
- Claro... el reloj se quedo en los precios accesibles, ¿no? je... je...
- ... (me mira por el espejo).
-  Ejem.
- ... (me mira por el espejo).
- Calor, ¿no?

Un viaje incomodo.

1 comentario:

  1. habria que filmar las historias de taxys,
    yo a veces les miento y me invento una vida que no tengo,
    y una vez me baje porque el tachero era un nazi.

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